Hay ocasiones en la vida en la que los astros se alinean y convierten lo que podría ser una sencilla escapada, de fin de semana en un plan total donde cabe todo, o casi todo.
Lo que precisamente espera apenas dos horas de Madrid si ponemos rumbo hacia la provincia de Valladolid. Aquí, donde el río Duero se dedica a irrigar campos de cereal y viñas, también está la ocasión perfecta para entregarse a los placeres de la carne, del vino y también, en cierto modo, de otro tipo de carne, para un fin de semana inolvidable.
Hablamos del Hotel & Spa Arzuaga, en el municipio vallisoletano de Quintanilla de Onésimo, que a la vera del Duero espera con un hotel cinco estrellas en el cual los tratamientos de belleza también tienen a la uva y al vino como protagonista.
Un complejo total donde la propia familia Arzuaga elabora los vinos con sus propios viñedos, sirviéndolos luego en los dos restaurantes que están dentro del hotel.
Hotel & Spa Arzuaga, en Quintanilla de Onésimo, Valladolid.
Por un lado, Taller Arzuaga, comandado en la sala por la diseñadora de moda Amaya Arzuaga, y de cuya cocina se encarga a diario la chef Sara Ferreres, que ejecuta la propuesta culinaria pensada por el chef Víctor Gutiérrez, aunque Ferreres no se limita a ella, sino que también aporta ideas, creatividad y platos en este estrella Michelin en el corazón de Valladolid donde, como era lógico, el diseño preside la sala del local.
Aparte, más centrado en el producto y en la cocina tradicional, ofrecen en el restaurante Bodegas Arzuaga, dentro del mismo complejo y con impresionantes panorámicas de la zona, una apuesta en la que recuperar algunos de los clásicos de la gastronomía castellano-leonesa donde no falta el lechazo asado, además de la versión más canalla del pincho de lechazo.
Pinchos de lechazo.
Además, la oferta está cuajada de platos de carne silvestre, de animales que se cazan en la propia finca que la familia tiene, monte arriba, y que permite contar con una carne de calidad y de kilómetro cero donde jabalíes, corzos y gamos entran en el menú.
En la ecuación también entra la Spa & Wellness, que incluye una zona de aguas y también varias cabinas de tratamientos donde, como era lógico, hay algunos de ellos centrados en el aprovechamiento del vino y de la uva.
Zona de aguas del spa.
Uvas que comandan parte de la experiencia total del hotel, que también cuenta con actividades de enoturismo que van desde catas guiadas a menús temáticos, pasando por actividades en vendimia o, sencillamente, dejarse acompañar por el atardecer mientras se bebe un vino.
Imágenes | Arzuaga
