Este plato tradicional francés, inmortalizado en la película de Disney "Ratatouille", combina a la perfección berenjenas, calabacines, tomates, pimientos y cebolla.
Rica en vitaminas, minerales y fibra, la ratatouille es un plato increíblemente versátil que se adapta a cualquier ocasión. Se puede servir como plato principal, acompañada de arroz blanco o cous cous, o como guarnición para carnes blancas o pescados. También es deliciosa como relleno de crepes o como base para una pizza vegana con queso mozzarella vegano por encima y derretido.
Para darle un toque extra de sabor a la ratatouille, queda bien añadir hierbas frescas como tomillo, romero o albahaca, o especias como pimentón o comino.
La escena en la que Remy prepara la Ratatouille para el crítico Anton Ego es un momento icónico del cine animado. Símbolo de la pasión por la cocina y la capacidad de crear algo extraordinario a partir de ingredientes sencillos, el gusto es más intenso cuando se recalienta al día siguiente. Esto es porque los sabores tuvieron el tiempo necesario para fusionarse.
Es una receta fácil en esencia, sin embargo no es para cocineros con prisa. En este plato cada ingrediente se va haciendo por separado lentamente y apartado a una bandeja, para acabar todas las verduras juntas en una cocción a fuego lento. Contemplar 75 minutos para la receta, de los cuales, 30 minutos son de reposo.
Hoy en día, la popularidad del plato trascendió las fronteras de Francia, llegando a ser apreciada en todo el mundo y Disney contribuyó aún más a su fama; mostrando el encanto de este plato tan sabroso como tradicional que tiene sus raíces en la región de la Provenza, en el sureste de Francia.
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