A todos nos ha pasado alguna vez: terminas de cocinar un guiso, un caldo o una salsa, y cuando te dispones a servirlo, notas esa capa brillante de grasa flotando en la superficie. Puede que el plato tenga un sabor increíble, pero a veces ese exceso de grasa resulta pesado o simplemente no es lo que queremos.
Por suerte, hay un truco muy sencillo, de esos que pasan de generación en generación, que puede solucionar el problema en segundos. Se trata de un método que usaban nuestras abuelas y que solo requiere un elemento que seguro tienes en casa: cubitos de hielo. Sí, así de fácil. No necesitas utensilios sofisticados ni ingredientes raros, solo un poco de hielo y una cuchara.
El proceso es muy simple. Tomas un cubito de hielo con una cuchara y lo pasas suavemente por la superficie del guiso o la salsa. ¿Qué ocurre? La grasa, al estar caliente, tiende a solidificarse en contacto con el frío, pegándose al hielo o a la cuchara.
Con un par de movimientos, puedes retirar gran parte de esa grasa sin afectar el sabor ni la textura del plato. Eso sí, es importante hacerlo con cuidado para no dejar que el hielo se derrita demasiado y termine aguando la preparación.
Otra opción, si tienes más tiempo, es dejar que la comida repose un rato. La grasa, por su naturaleza, subirá a la superficie y podrás retirarla fácilmente con una cuchara. Y si no tienes prisa, puedes llevar la preparación a la nevera durante unas horas. Al enfriarse, la grasa se solidifica en la parte superior y puedes retirarla sin problemas antes de volver a calentar el plato.
Es cierto que un poco de grasa aporta sabor y profundidad a las comidas, pero a veces queremos reducir su presencia, ya sea por salud o simplemente para que el plato quede más ligero. Este truco de los cubitos de hielo es una solución rápida y efectiva para lograrlo sin alterar la receta ni complicarnos demasiado.
Así que la próxima vez que veas esa molesta capa de grasa flotando en tu salsa o guiso, ya sabes qué hacer. No necesitas coladores especiales ni técnicas complicadas, solo un cubito de hielo y una cuchara.
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