La planta que nos pide muy poco pero nos puede llenar la cocina (y la casa) de exuberancia

Su rollo paradisíaco decora en profundidad cualquier estancia de la casa y, a cambio, requiere muy pocos cuidados

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Muchos son conscientes de ello: las plantas de interior no solo aportan color y frescura a los espacios, sino que también tienen beneficios para la calidad del aire y el bienestar emocional. Entre las más populares, la monstera deliciosa, también conocida como Costilla de Adán, se ha consolidado como una opción ideal para quienes buscan una planta vistosa y fácil de cuidar.

A pesar de su apariencia exótica, la monstera no requiere grandes esfuerzos para prosperar. Su crecimiento es vigoroso y, con los cuidados adecuados, puede llenar una habitación con su follaje verde y perforado en cuestión de meses. Es preciosa.

El primer factor a considerar es la ubicación. La monstera necesita luz indirecta, ya que la exposición directa al sol puede quemar sus hojas. Lo ideal es colocarla cerca de una ventana con cortinas o en un espacio con luz filtrada.

Esto es así porque, pese a ser una planta de hábitats con mucha luz solar, su situación en estado natural es la de quedar protegida y arropada por el follaje del resto de plantas, de modo que sus hojas siempre quedan tapadas del sol abrasador.

En cuanto a la temperatura, si bien es una planta que se encuentra en perfecto confort en ambientes cálidos como los de los interiores, también es capaz de resistir las bajadas de temperaturas exteriores.

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Menos es más

En cuanto al riego, es mejor quedarse corto que excederse. Esta planta tolera mejor la sequedad que el exceso de agua, por lo que lo recomendable es regarla solo cuando el sustrato esté completamente seco, algo que se puede comprobar muy fácilmente cada semana o semana y media, en función de la época del año.

Para un crecimiento óptimo, es recomendable aplicar abono para plantas de hoja verde cada 15 días en primavera y verano. Además, se debe trasplantar a una maceta más grande cada dos años para evitar que sus raíces se compacten.

Con estos cuidados básicos, la monstera no solo sobrevive, sino que se convierte en un elemento decorativo clave en cualquier hogar. Sus propiedades envuelven a cualquiera convirtiendo un salón al uso en un oasis paradisíaco.

Foto | Huy Phan

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