El puré de patatas es una guarnición sumamente popular en todo el mundo y por muy buenas razones. En principio, combina a la perfección con una amplia variedad de platos principales, desde carnes asadas y guisos hasta pescados al horno y verduras. Y aunque existen muchas variaciones y técnicas, en esencia es un plato sencillo de preparar, lo que lo convierte en una opción práctica para el día a día.
El puré de patatas es un clásico de las comidas en familia, una guarnición atemporal y querida por muchos. Especialmente en el país vecino, el puré de patatas forma parte de la tradición culinaria francesa desde hace siglos. Tan preciado es que los chefs franceses han elevado el puré de patatas a la categoría de obra de arte, creando versiones sofisticadas y elegantes.
Uno de los secretos que hacen al éxito es utilizar la nata montada. Puede sonar extraño, pero funciona.
La nata montada es como una espuma muy suave y deliciosa que se hace batiendo la nata (la parte más grasa de la leche). Al batirla, se le incorpora aire y se vuelve esponjosa y con una textura cremosa. Es como si estuvieras batiendo claras de huevo, pero con nata. Aquí hay una guia paso a paso con todas las claves para hacer una nata montada insuperable.
La nata montada le da un ligero dulzor que equilibra muy bien el sabor de la patata. Mismo, resulta en un puré más cremoso y suave. Esto es porque la nata, al ser rica en grasa, aporta una textura más sedosa que envuelve en la boca. Esto contrasta con la textura más densa que suele tener el puré tradicional. Y le da un aspecto más elegante y atractivo para una guarnición fancy.
Ahora bien, la temperatura es un aspecto a tener en cuenta. Es importante agregar la nata montada al puré cuando ya esté hecho y tibio, pero no caliente. Si el puré está demasiado humeante, cuando la nata montada entra en contacto con un líquido muy caliente, puede cortarse y formar grumos, perderá su volumen y el efecto de aire. Además de este ingrediente, se pueden utilizar otros ingredientes para darle un toque diferente al puré de patatas, como queso rallado, hierbas frescas o ajo en polvo. La versión de puré de patatas con cebolla caramelizada y queso de cabra es una deliciosa opción.
En definitiva, para un puré de patatas más suave, aireado y con un toque dulce, la nata montada es un secreto a voces que usan los franceses, hasta ahora.
Imagen | Foto 1: jcomp, Foto 2: jcomp
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