Doritos ha decidido dar un giro crujiente a su clásico snack, reinventando su receta para seguir en la mente de su clientela. Aunque parezca que las cosas buenas (o, al menos, las que funcionan) no deberían cambiar, la icónica marca de snacks ha apostado por renovarse, y explicar a bombo y platillo esta modificación en su snack.
La clave de esta nueva versión está en la textura: ahora los Doritos son notablemente más gruesos, lo que se traduce, según la marca, en un crujido más intenso y un sabor aún más pronunciado en cada bocado.
Es decir, los Doritos de siempre tendrán ahora un poco más de contundencia en su grosor y, como consecuencia, resultarán más rompibles, con un crujir que quiere superar al precedente.
Se hacen más kilómetro cero
Un detalle interesante es que esta mejora viene acompañada de un compromiso con la producción local, ya que el maíz utilizado proviene íntegramente de los campos de Extremadura.
Más allá del aspecto gastronómico, este movimiento quiere reforzar la posición del snack en su sector, donde la innovación constante es clave para mantener el interés del público, ya que el resto de sus competidores no deja de lanzar novedades.

Ahora, Doritos quiere convencer a sus consumidores, acostumbrados al snack de siempre, que la mezcla de sabor, textura y sonido sigue siendo un motivo para recordarles que abrir cada bolsa puede convertir su degustación en una experiencia divertida y sabrosa.
Por otro lado, el uso exclusivo de maíz nacional aporta un valor añadido que no solo beneficia a la marca, sino que la posiciona como una empresa preocupada por la sostenibilidad económica y medioambiental.
Foto | Doritos